martes, 7 de diciembre de 2010

UNIDAD III LITERATURA CONTEMPORANEA


INTRODUCCION

En este escrito se presentan las llamadas “literaturas contemporáneas”.
Aquí se abordaran los temas que desglosaran las literaturas contemporáneas como la literatura de vanguardia, literatura de postguerra y por ultimo la literatura actual.
En cuanto a la literatura de vanguardia se puede decir mucho y de lo que hablaremos es acerca de el parnasianismo que no es mas que los antecedentes de el simbolismo, como afecta directa o indirectamente a el lector, que causa en el lector y como han ido evolucionando.
Por su parte la literatura postguerra se compone entre otras cosas de la llamada ciencia ficción, que encierra actos o hechos ocurridos pero con un toque de fantasía.
También se hablara de la literatura femenina ya que como el nombre lo dice va dirigida a un publico en especial el femenino. Y por parte de la llamada literatura psicológica se desprende la literatura de horror ya que encierra a el lector en una historia que juega con sensaciones y nodos de pensar.
Por ultimo se tocaran los temas de los escritores vivos en donde narraremos como los autores ven hoy en día la literatura y si ha cambiado su “estilo de escribir”. Otro de los temas que se desprende son el llamado “lector activo” que hoy en día es cada vez menos ya que por la influencia de diferentes factores que serán explicados en el tema ha disminuido su interés en la literatura.
Y como gran final se hablara sobre el tema titulado “la internet: vehículo para conocer la literatura” que como se observa de primera mano que este es el medio que ha entorpecido la difusión de la literatura, pero con esto explicaremos como es todo lo contrario ya que a las redes sociales se les da mucho interés es medio para difundir lecturas, nuevas y viejas obras y el acercamiento a la literatura.

TEMA 1: LITERATURA DE VANGUARDIA


PARCIANISMO Y SIMBOLISMO

PARCIANISMO:
Movimiento literario que surge en Francia en el último tercio del siglo XIX. Su nombre procede de Le Parnasse contemporain (1866), publicación que recoge los poemas de mayor interés.
A partir de 1850, la poesía francesa muestra marcadísma tendencia a hacerse más objetiva, menos personal, más cuidadosa de la exactitud en el color, más acabada en la expresión, más análoga a las artes plásticas: es una reacción contra el romanticismo.
Las figuras más representativas son: Théophile Gautier, con Esmaltes y camafeos, en los que se desprende un gusto y admiración por el mundo griego; Leconte de Lisle con Poèmes antiques, Poèmes hindous y Poèmes barbares, en los que se interesa por los mitos griegos, la sabiduría oriental y la Edad Media; y Charles Baudelaire, cuya inspiración era completamente nueva, sensual, refinada e inquietante, expresada en una forma de madurada y clásica perfección.

Fue una tendencia de vida efímera, hunde sus raíces en las tradiciones de la poesía francesa de los siglos XVI y XVII. Nace como oposición al Romanticismo y se diluye con la aparición de otras corrientes como el Decadentismo, el Simbolismo. Los rasgos que lo caracterizan arrancan del lema de T. Gautier “el arte por el arte”; consideran la belleza como un valor esencial y eterno, de ahí que vuelvan la mirada hacia el mundo helénico con lo que conlleva de perfección formal y admiración por las líneas puras y equilibradas.

Su aportación fundamental hay que buscarla en el Modernismo.

SIMBOLISMO:
El Simbolismo fue uno de los movimientos artísticos más importantes de finales del siglo XIX, originado en Francia y en Bélgica. En un manifiesto literario, publicado en 1886, Jean Moréas definió este nuevo estilo como «enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva». El movimiento tiene sus orígenes en Las flores del mal, libro emblema de Charles Baudelaire. Los escritos de Edgar Allan Poe, a quien Baudelaire apreciaba en gran medida, fueron también un gran influyente en el movimiento, concediéndole la mayoría de imágenes y figuras literarias que utilizaría. La estética del Simbolismo fue desarrollada por Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine en la década de 1870. Ya para 1880, el movimiento había atraído toda una generación de jóvenes escritores cansados de los movimientos realistas. Fue definido en su momento como un movimiento oscuro y enigmático debido al uso exagerado de metáforas que buscaban evocar afinidades ocultas por medio de la sinestesia.

VANGUARDIA

El término vanguardia procede del francés Avant-garde, en el terreno artístico la vanguardia es, pues, la «primera línea» de creación, la renovación radical en las formas y contenidos. La Vanguardia se manifiesta a través de varios movimientos que, abordan la renovación del arte, desplegando recursos que quiebren o distorsionen los sistemas más aceptados de representación o expresión artística, en teatro, pintura, literatura, cine, arquitectura o música, entre otros. La Vanguardia tiene su principal relación en la literatura, en la libertad de expresión, que se manifiesta alterando la estructura de las obras, abordando temas tabú y desordenando los parámetros creativos: en poesía se rompe con la métrica y cobran protagonismo aspectos antes irrelevantes, como la tipografía. Las vanguardias de aquellos movimientos que orientaron su confrontación hacia la institución arte y la dimensión política del accionar artístico en la sociedad, y concentraron sus innovaciones en la búsqueda de nuevas funciones y relaciones de poder. Estos movimientos artísticos renovadores se produjeron en Europa en las primeras décadas del siglo XX, desde donde se extendieron al resto de los continentes, principalmente hacia América, en donde se enfrentaron al modernismo.

TEMA 2: LITERATURA DE POSGUERRA


EXISTENCIALISMO

El existencialismo es una corriente, movimiento o serie de doctrinas filosóficas y culturales que tiene por objetivo y disciplina, el análisis y la descripción del sentido individual de la vida humana en cuanto “existe”. Sostiene que el existente humano piensa, actúa, se refiere y relaciona consigo mismo, con su propia trascendencia, con sus contradicciones y sus angustias. Para el pensamiento existencialista el individuo no es una porción mecánica o “parte” de un todo, sino que el hombre es en sí una “integridad” libre por sí. Esta doctrina filosófica considera qué es la existencia del ser humano libre y qué es lo que define su esencia, en lugar de entender que su esencia o condición humana determina su existencia. Para esta corriente del pensamiento la existencia del ser humano no es nunca un “objeto” sino que, desde el momento que el ser humano es capaz de generar pensamiento “existe”; en consecuencia el reconocimiento de esa existencia tiene primacía y precedencia sobre la esencia. No obstante, la existencia del hombre puede ser inauténtica o falsa si éste renuncia a su libertad. La carencia de libertad es carencia de existencia. En un sentido estricto para el existencialismo las cosas materiales y el hombre "existen", pero no "son" (es decir, no son nada real, en el sentido de tener una substancia separada de todas las demás y encerrada en sí misma. El existencialismo implica que el individuo es libre y, por ende, totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad individual. Según el filósofo e historiador de la filosofía Nicola Abbagnano, «Se entiende por existencialismo toda filosofía que se conciba y ejercite como análisis de la existencia siempre que por "existencia" se entienda el modo de ser del hombre en el mundo. La relación hombre-mundo es, pues, el único tema de toda filosofía existencialista Origen y desarrollo
El existencialismo nace como una reacción frente a las tradiciones filosóficas imperantes, tales como el racionalismo o el empirismo, que buscan descubrir un orden legítimo de principios metafísicos dentro de la estructura del mundo observable, en donde se pueda obtener el significado universal de las cosas. En los 1940s y 1950s, existencialistas franceses como Jean-Paul Sartre, Albert Camus, Simone de Beauvoir y Daniel Lira realizaron escritos académicos y/o de ficción que popularizaron temas existenciales del tipo de la libertad, la nada, el absurdo, entre otros. Walter Kaufmann describió al existencialismo como "el rechazo a pertenecer a cualquier escuela de pensamiento, el repudiar la adecuación a cualquier cuerpo de creencias, y especialmente de sistemas, y una marcada insatisfacción hacia la filosofía tradicional, que se marca de superficial, académica y alejada de la vida". Es la filosofía de la existencia, el movimiento filosófico y humanístico europeo, identificado por la concepción según la cual "la existencia precede a la esencia" (Jean-Paul Sartre), y que se popularizó a partir de la crisis y crítica social y moral, a raíz de los estragos y dramas socio-filosóficos ocasionados por las grandes guerras europeas del siglo XX, especialmente, la segunda guerra mundial. Al existencialismo se le ha atribuido un carácter vivencial, ligado a los dilemas, estragos, contradicciones y estupidez humana. Esta corriente filosófica discute y propone soluciones a los problemas más propiamente inherentes a la condición humana, como el absurdo de vivir, la significancia e insignificancia del ser, el dilema de la guerra, el eterno tema del tiempo, la libertad, ya sea física o metafísica, la relación dios-hombre, el ateísmo, la naturaleza del hombre, la vida y la muerte. El existencialismo busca revelar lo que rodea al hombre, haciendo una descripción minuciosa del medio material y abstracto en el que se desenvuelve el individuo (existente), para que éste obtenga una comprensión propia y pueda dar sentido o encontrar una justificación a su existencia. Se definen numerosas tendencias, entre ellas la religiosa y la atea, aunadas por una problemática común aunque cada una con su propio enfoque del entendimiento de la vida. La primera otorga primacía a la relación del hombre con Dios mientras que la tendencia atea considera al individuo como único ser. Estas concepciones se influyen mutuamente al manifestar las mismas preocupaciones y principios éticos, y por experimentar las mismas decepciones en cuanto a todo lo que de absurdo y sin sentido hay en la vida. Este afán por el espíritu de pesimismo, desasosiego y desesperación caracteriza a las tendencias del movimiento existencialista. El existencialismo, o más precisamente la filosofía existencial, se interesa en reflexionar sobre el sentido de la vida y de la muerte por encima de cuestiones abstractas; también intenta mostrar un camino individualmente creativo para que el hombre pueda realizarse, hacerse y valerse a sí mismo, a pesar de las pesadumbres y desasosiegos o de toda circunstancia. Tres escuelas de existencialismo: En términos: a) de la existencia e importancia de Dios o asimilables como lo Espiritual o el Ser. b) a su negación. c) los dudosos o no-importancia de Eso por la existencia. Se pueden ver tres escuelas de pensamiento existencialista: la teológica, la atea y la agnóstica. Existencialismo teísta: Esta escuela se puede ulteriormente dividir en "religiosa" y "espiritualista". El existencialismo teológico-religioso halla en Kierkegaard el primero y mayor representante. Heidegger representa el existencialismo espiritualista con su concepción del "ser" y se distancia expresamente del existencialismo ateo de Sartre en su Carta sobre el humanismo. También Buytendijk, psicólogo cercano a Heidegger, admite ser existencialista en esta línea. Martin Buber, por su parte, representa a una corriente de existencialismo judío muy influida por el hasidismo. Mientras que Gabriel Marcel y Jacques Maritain son encuadrables dentro de un "existencialismo cristiano" no tanto de línea kierkegaardiana sino más bien jasperiana/mounierista (filosofía de la existencia y personalismo). También Nikolai Berdyaev puede considerarse un existencialista religioso de fe ortodoxista. Existencialismo ateo: El existencialismo ateo es expuesto en el siglo XX por Jean-Paul Sartre y Albert Camus, que escriben novelas, obras teatrales y ensayos filosóficos. Pero Sartre es, sin duda, aquel que ha dado con El ser y la nada un ejemplo de ateísmo filosófico importante. En el siglo XXI hay que mencionar tres filósofos ateos (dos franceses y un italiano) muy interesantes. Se trata de André Comte-Sponville, Michel Onfray y Carlo Tamagnone. Existencialismo agnóstico: Es un existencialismo por el cual la existencia o no de Dios es una cuestión irrelevante para la existencia humana. Merleau-Ponty puede ser considerado gran representante de la corriente, aunque manteniendo más nexos con la fenomenología de Husserl.

CIENCIA FICCION

La ciencia ficción es la denominación popular con que se conoce a uno de los géneros derivados de la literatura de ficción, junto con la literatura fantástica y la narrativa de terror. Nacida como subgénero literario distinguido en la década de 1920 (aunque hay obras reconocibles muy anteriores) y exportada posteriormente a otros medios, como el cinematográfico, historietístico y televisivo, gozó de un gran auge en la segunda mitad del siglo XX debido al interés popular acerca del futuro que despertó el espectacular avance tanto científico como tecnológico alcanzado durante esos años. Es un género especulativo que relata acontecimientos posibles desarrollados en un marco espacio-temporal puramente imaginario, cuya verosimilitud se fundamenta narrativamente en los campos de las ciencias físicas, naturales y sociales. La acción puede girar en torno a un abanico grande de posibilidades (viajes interestelares, conquista del espacio, consecuencias de una hecatombe terrestre o cósmica, evolución humana sobrevenidas por mutaciones, evolución de los robots, realidad virtual, existencia de civilizaciones alienígenas, etc.). Esta acción puede tener lugar en un tiempo pasado, presente o futuro, o, incluso, en tiempos alternativos ajenos a la realidad conocida, y tener por escenario espacios físicos (reales o imaginarios, terrestres o extraterrestres) o el espacio interno de la mente. Los personajes son igualmente diversos: a partir del patrón natural humano, recorre y explota modelos antropomórficos hasta desembocar en lo artificial de la creación humana (robot, androide, ciborg) o en criaturas no antropomórficas.

LITERATURA FEMENINA Y FEMINISTA

Los últimos treinta años han sido testigos de una revolución ideológica que, a la manera de los grandes cataclismos históricos, ha cambiado la faz cultural de la tierra. Haciendo visibles a las mujeres y dotándolas de voz propia, es decir, convirtiéndolas en agentes del poder político (aunque todavía muy limitado, queda mucho por hacer), el feminismo ha causado una transformación profunda en la sociedad contemporánea pues las mujeres están consiguiendo que se deroguen leyes anticuadas a favor de nuevas constituciones, que se corrijan convenciones y protocolos obsoletos, que se revisen actitudes vitales equivocadas y que se desechen falsos valores comunitarios. Con ello el feminismo está dando carácter de época a nuestro tiempo y está marcando las pautas a la cultura del porvenir. La revolución feminista está ocasionando estragos en todos los ámbitos de la vida actual, desde la moda hasta los dogmas de fe y evidentemente ha cambiado los códigos de la comunicación en todos los idiomas. Baste un ejemplo para ilustrar lo que digo. El signo lingüístico hombre que, en español, en ingles y en muchos otros idiomas, había servido de significante a la totalidad de la especie, hoy se reserva casi exclusivamente para designar al varón. En broma y en serio ahora hay que puntualizar "mujeres y hombres" para significar genero humano. Se alteran los códigos de la comunicación porque ha habido una modificación en las actitudes vitales, porque se ha adoptado una nueva postura frente a la realidad. En este clima revisionista prolifera la literatura femenina. Recibe su impulso inicial del movimiento feminista y de el le viene también su extraordinaria vitalidad. Comprometida a destruir los estereotipos temáticos y formales que la habían falseado, subvierte las convenciones lingüísticas, sintácticas y metafísicas de la escritura patriarcal registrando la totalidad de la experiencia femenina (social, espiritual, psicológica y estética) en textos que van desde la denuncia airada hasta lo lírico-intimista. Las investigaciones recientemente realizadas demuestran que gran parte de la literatura femenina colonial se ha preservado porque se desarrollo en los conventos lo cual explica el predominio de lo ético-religioso en la temática y de la crónica y la autobiografía en la forma. El sexo de sus autoras explica la preferencia por la lengua casera y familiar de sus escritos. Electa Arenal y Stacey Schlau dan testimonio de la producción femenina de esta época en su espléndido y valiosísimo trabajo de recopilación Untold Sisters: Hispanic Nuns in Their Own Words. El siglo diecinueve registra un aumento en el numero de nombres reconocidos pero estos todavía aparecen esporádicamente y las autoras que los llevan no siempre se aproximan a la problemática femenina desde premisas abiertamente feministas. No así las escritoras de la primera generación poética del siglo XX que son incorporadas al canon imperante pese al tono de denuncia y protesta de sus escritos: Mistral (1889-1957), Agustini (1886-1914), Storni (1892-1938) e Ibarbourou (1895-1979). El auge de la literatura femenina en Latinoamérica empieza realmente a mediados de siglo y se sostiene en el eje geográfico México-Argentina representado por las figuras de Rosario Castellanos (1925-78) y Elena Poniatowska (b. 1933) en el extremo norte y Victoria Ocampo (1890-1979) y Griselda Gambaro (b. 1928) en el extremo sur. Las escritoras de esta generación son las precursoras directas de una literatura que, tanto por la temática como por el discurso, se puede calificar de auténticamente feminista. Los años setenta vieron irrumpir en la escena literaria cientos de libros escritos por mujeres. Este no es el momento de recopilar títulos ni tratar de separar lo que es literatura -metáfora, suspenso, misterio, épica, - de lo que es mera anécdota personal o panfleto político, pero tampoco se puede ignorar hechos como el que documenta Peggy Job (Steele 14): sólo en México más de cincuenta autoras han publicado novelas y colecciones de cuentos en los últimos 25 años. Si a esta cifra se añaden los nombres de poetas y se recorren otros países, el total es sensacional. Lo que es evidente es que las escritoras latinoamericanas han ingresado en el canon y lo han transformado. Cuando se habla del Boom no se escucha ni un solo nombre de mujer, pero ése no es el caso cuando se trata de la literatura actual. Una tercera parte de los artículos seleccionados por el distinguido hispanista Donald Shaw para un número especial de Studies in Twentieth Century Literature (1995) dedicado a la literatura del post-Boom, se ocupan de novelistas mujeres. Y lo más significativo es que, al definir el post-Boom, Shaw sustenta sus postulados teóricos del artículo introductorio apoyándose por igual en la practica textual y las opiniones críticas tanto de los hombres como de las mujeres de letras que constituyen la última promoción latinoamericana. 14) Todavía no se puede hablar de una teoría literaria propiamente latinoamericana pero si de una conciencia clara de la necesidad de formularla. La reflexión critica no escasea pero toma la forma de análisis de textos individuales o examina grupos generacionales o tradiciones nacionales. Ha habido incursiones en este campo como la interesante teoría de la dependencia que Angel Rama desarrollo al estudiar la poesía rubendariana profundizando en la conexión que descubre entre la estética del lujo modernista y la economía internacional de finales de siglo, pero de momento las propuestas teóricas siguen llegando de sociedades más desarrolladas. En ningún otro campo hay una conciencia tan clara de vacío que apunte a la necesidad de un autoexamen colectivo, única manera de salvar nuestra precaria identidad del neocolonialismo que continua amenazándonos. Hemos dado un paso hacia adelante al admitir que no hay lecturas neutrales pero la construcción de una teoría feminista basada en la doble alteridad de la escritora latinoamericana está por hacerse. En conclusión, ya hemos empezado a superar el estallido inicial de la protesta feminista que, como el de toda revolución, fue necesariamente estridente; pero ahora que ya hemos cambiado el mundo -aunque sea mínimamente-, que ya hemos obligado a los ojos y los oídos de la sociedad contemporánea a fijarse en lo que dicen y hacen las mujeres, el terreno es fértil para formular programas y presentar demandas serenamente.

NOVELA PSICOLOGICA

Describe sobre todo los conflictos espirituales, es decir, psicológicos. Las reacciones espirituales de los personajes, que son analizados minuciosamente, bien siguiendo el hilo de sus pensamientos (monólogos), o bien transcribiendo aquellos textos –diarios íntimos, cartas (novela epistolar), etc. – que se suponen escritos por dichos personajes. Las primeras grandes novelas psicológicas se deben al escritor ruso Dostoievsky y al francés Stendhal. La novela psicológica nos brinda abundantes ejemplos de realismo subjetivo. El escritor psicológico se desdobla. Tiene frialdad para observar el panorama interior de sus criaturas. LA novela psicológica, también llamado realismo psicológico, es un trabajo de prosa ficción qué lugares más que la cantidad generalmente de énfasis en interior caracterización, y en motivos, las circunstancias, y la acción interna de la cual suelta, y se convierte, acción externa. La novela psicológica no es contenta indicar qué sucede pero se enciende explicar porqué y el wherefore de esta acción. En este tipo de escritura carácter y la caracterización es más que generalmente importante, y cavan a menudo más profundo en la mente de un carácter que las novelas de otros géneros. La novela psicológica puede ser llamada una novela del “hombre interno”, así que decir. En algunos casos, corriente del sentido la técnica, tan bien como monólogos interiores, se puede emplear para ilustrar mejor los funcionamientos internos de la mente humana en el trabajo. Los retrocesos pueden también ser ofrecidos. Técnicas para relatar una novela psicológica: a novela psicológica no relata simplemente lo que ocurre, sino que explica el por qué y la finalidad de esta acción. En esta clase de literatura, el personaje y su caracterización son más importantes de lo normal, y profundizan más en la mente del personaje que las novelas de otro tipo. La novela psicológica puede llamarse la novela del "hombre interior". En muchos casos, se usan las técnicas del flujo de conciencia o monólogo interior, para ilustrar mejor el trabajo interno de la mente humana. También pueden incluirse flashbacks. Otro recurso utilizado para indagar en el interior del personaje es a través de textos directamente emanados del personaje, como diarios íntimos o cartas. Ejemplos: La Novela de Genji, escrito en el Japón del siglo XI es considerada la primera novela psicológica. En la literatura occidental, los orígenes de la novela psicológica pueden remontarse en La Fiammetta (1344) de Giovanni Boccaccio, esto es, antes de que se acuñara el término psicología. Otro ejemplo es Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. El primer auge de la novela psicológica como un género novelístico se establece con la novela sentimental de la que Pamela o la virtud recompensada de Samuel Richardson es un primer ejemplo. Su fuerza descansa precisamente en el conocimiento del corazón humano, delineando el sentimiento, sus cambios; el motivo dominante de la obra es ese análisis minucioso de los sentimientos de su protagonista, captando claramente las emociones. La princesa de Cleves (siglo XVII), de Madame de La Fayette es considerada una primera precursora de la novela psicológica. Posteriormente, la novela psicológica por excelencia en francés es Rojo y negro de Stendhal. Grandes novelas psicológicas son las de Dostoievski. En su obra más conocida, Crimen y Castigo, la novela psicológica alcanza su perfección más absoluta, debatiendo al individuo entre la aceptación de un tormento o la justificación de su acto. En España se cultivó esta corriente dentro del realismo decimonónico, por autores como Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán y Armando Palacio Valdés.

TEMA 3: LITERATURA ACTUAL



lunes, 6 de diciembre de 2010

ESCRITORES VIVOS Y LA TRADICION

Luis Jorge Boone (Monclova, Coahuila, 1977) es autor de los libros Legión (2003), Galería de armas rotas (2004), Material de ciegos (2005) y La noche caníbal (2008). Textos suyos aparecen en antologías de México y España. Ha publicado cuentos, ensayos, poemas y reseñas en revistas como Letras libres, Luvina, Cuaderno Salmón, Replicante, Textos y Tierra adentro. Fue becario del FONCA, en Jóvenes Creadores, y de la Fundación para las Letras Mexicanas. Obtuvo los premios nacionales de poesía Salvador Gallardo Dávalos 2004 y Clemencia Isaura 2006, así como el Premio Nacional de Cuento Inés Arredondo 2005. Gabriela Damián (ciudad de México, 1979) tiene un máster en comunicación y educación por la Universidad Autónoma de Barcelona. Narradora y periodista, ha sido guionista y locutora de radio, así como colaboradora de diversas publicaciones. En 2007 fue ganadora del Premio de Cuento Infantil de la XXVII Feria del Libro Infantil y Juvenil de la ciudad de México. El cuento ganador, La tradición de Judas, fue publicado ese mismo año. Actualmente, es becaria de la Fundación SM en el diplomado Escribir para niños y niñas y prepara una novela. José Abdón Flores (Rioverde, San Luis Potosí, 1967) es ingeniero bioquímico por el Instituto Politécnico Nacional, pero se dedica a la escritura desde hace cerca de quince años, como narrador, cronista y traductor: en 1994 publicó su primer libro, el volumen de relatos Escenas de la tierra en fiesta y de la mar en calma. Ha sido ganador del Premio Nacional de Cuento Carmen Báez en 1994; y en 2002 obtuvo tres reconocimientos más: el Premio Nacional de Cuento José Agustín, el Premio Nacional de Cuento Julio Torri y el certamen Crónica de viaje del periódico El economista. Actualmente, colabora en diversos diarios, revistas y suplementos culturales. Raúl Criollo (Xalapa, Veracruz, 1972) es autor del libro El cine del Santo. El culto de la leyenda plateada (próximo a publicarse). Parte de su crítica literaria y cinematográfica ha sido publicada en revistas como La Mosca en la Pared y Revista H, y en los diarios El Universal, Excélsior y Milenio Diario. Actualmente se desempeña como director y guionista en múltiples proyectos cinematográficos. Claudina Domingo (ciudad de México, 1982) es poeta, ensayista y editora. Actualmente es becaria del FONCA en su programa de apoyo a Jóvenes creadores, en la especialidad de poesía. Es autora del libro Miel en ciernes, editado por Praxis. Desde 2006 publica la columna de investigación literaria “Manzana podrida” para la sección cultural de El Financiero. Su trabajo de investigación y su obra poética también pueden consultarse en el sitio web Eduardo de Gortari (ciudad de México, 1988) es poeta, vocalista y guitarrista del grupo Yesterday Pop y locutor del programa de literatura "Sinestesia" en la estación de radio por internet radiopositivo.com. Co-fundador del colectivo de poesía Devrayativa, obtuvo el segundo lugar en el premio Décima Muerte (poesía sobre la muerte) UNAM, 2006, y el primer lugar del Premio Nacional de Literatura para Jóvenes muy Jóvenes, CONACULTA, 2006, en poesía. Sus textos han aparecido en las revistas La línea del cosmonauta y Tierra Adentro, además del periódico El Financiero. Es autor del libro de poesía La ausencia perpetua (2005).

LECTOR ACTIVO

La lectura es un arte, aunque muchos autores de hoy lo ignoran, ya que andan atareados complaciendo lo que se espera de ellos: intrigas trilladas, personajes que hablen como en las series más mediocres de televisión, estilo de tiralíneas. Claridad se les reclama, y que no embrollen. Que respiren con naturalidad y no ensombrezcan las mañanas.

Ostentadora del gusto general, la mayoría lectora, que cuenta con la reveladora complicidad del sufragio de los que no leen, actúa como si hubiera vencido en las urnas y eso le permitiera ahora imponer la figura del lector pasivo y someter cualquier lectura individual a la más burda lectura general, prisión de todos.

Tiene este horror su lógica si se piensa que entre los lectores de hoy triunfa aquella comodidad que ya en los años treinta llevó a Cyril Connolly a ironizar sobre los perezosos: "Con independencia del talento que inicialmente posean, se condenan a ideas y amistades de segunda mano".

Hasta donde alcanza la memoria, mi icono clásico del lector activo es una lectora, Anna Karenina, viajando de noche en el tren de Moscú a San Petersburgo. Justo en el momento en el que Tolstoi parece haber suspendido ligeramente la intriga, Anna se coloca en las rodillas un almohadón y, envolviéndose las piernas con una manta, se arrellana cómodamente. Después, pide a Aniuska una linterna, que sujeta en el brazo de la butaca, y saca de su bolsita roja un cortapapeles y una novela inglesa.

En mi recuerdo, el momento es pura iluminación. Asocio la linterna de Anna con aquella peculiar luz propia, cuya necesaria existencia percibiera Paul Valéry cuando en sus Cuadernos consideró plausibles un tipo de obras que contaran con la iluminación propia del lector, es decir, un tipo de obras escritas sin pensar en darle algo a quien lee, sino, al contrario, pensando en recibir de él: "Ofrecer al lector la oportunidad de un placer -trabajo activo- en lugar de proponerle un disfrute pasivo. Un escrito hecho expresamente para recibir un sentido, y no sólo un sentido, sino tantos sentidos como pueda producir la acción de una mente sobre un texto".

Décadas después, Roland Barthes recogería el guante y diría que para devolverle su porvenir a la escritura había que darle la vuelta al mito: "El nacimiento del lector se paga con la muerte del autor". Exageró, pero con su idea dejó entretenidas a dos generaciones de estudiosos y demostró, además, que del acontecer implacable que conduce a la muerte nada nos distrae tanto como la lectura activa. La famosa muerte. La he visto esconderse en los relojes en La vida y las opiniones del caballero Tristram Shandy, esa novela con la que Laurence Sterne llenó de salud la relación del escritor con el lector: "A medida que prosiga usted en mi compañía, el ligero trato que ahora se está iniciando entre nosotros se convertirá en familiaridad, y ésta, a menos que uno de los dos falle, acabará en amistad".

Puede que fallarle a tipos como al gran Sterne sea el error de tantos lectores de ahora, consumidores de sucedáneos de la literatura. Pero anima saber que hay indicios del regreso del lector activo. Algo comienza a moverse en medio del barullo de las novelas esotéricas y otros engendros, y se diría que hasta incluso pierde ya fuelle la estúpida exaltación del lector pasivo, que esconde en realidad la exaltación de los que no leen. Reaparece el lector con talento y parece que comienzan a replantearse los términos del contrato moral entre autor y público. Respiran de nuevo los escritores que se desviven por un tipo de lector que sea lo suficientemente abierto como para permitir en su mente el dibujo de una conciencia extraña, incluso radicalmente diferente de la suya propia.

La secuencia central de toda lectura activa contiene el gesto más profundamente democrático que conozco. Es el gesto de quien sabe abrirse al mundo y a las verdades relativas del otro, a la sagrada revelación de una conciencia ajena. Si se exige talento a un escritor, debe exigírsele también al lector. Porque el viaje de la lectura pasa muchas veces por terrenos difíciles que reclaman tolerancia, espíritu libre, capacidad de emoción inteligente, deseos de comprender al otro y de acercarse a un lenguaje distinto del que nos tiene secuestrados. Como dice Vilém Vok, no es tan sencillo para un lector sentir el mundo como lo sintió Kafka: un mundo en el que se niega el movimiento y resulta imposible siquiera ir de un poblado a otro.

Las relaciones entre lector y escritor remiten tanto a un mundo radicalmente negado para el movimiento como a la escena más opuesta: dos aislados poblados kafkianos, acercándose. Una novela es una calle de dos direcciones, animada por dos talentos; una calle en la que la tarea que se requiere a ambos lados es, al final, la misma. Leer, cuando se lleva a cabo con linterna propia, es tan difícil y apasionante como escribir. Tanto quien escribe como quien lee, aun entreviendo el fracaso, buscan la revelación certera de lo que somos, la revelación exacta de la conciencia personal de uno mismo, y también de la del otro. Y aquellos que sitúan la lectura al nivel de la experiencia pasiva de ver televisión lo único que hacen es vejar a la lectura y a los lectores. De hecho, las mismas destrezas que se necesitan para escribir se precisan también para leer. Los escritores fallan a los lectores, pero también ocurre al revés y los lectores les fallan a los escritores cuando sólo buscan en éstos la confirmación de que el mundo es como lo ven en su pequeña pantalla. Los nuevos tiempos traen esa revisión y renovación del pacto exigente entre escritores y lectores. Cabe esperar, parafraseando a Henry James, que pronto pueda decirse que unos y otros trabajan con lo que tienen, y sus grandes dudas son su pasión, y esa pasión es precisamente su gran tarea.

LA INTERNET: VEHICULO PARA CONOCER LA LITERATURA

El panorama actual de la difusión de la literatura, y en este caso concreto de la literatura infantil y juvenil, está cambiando considerablemente gracias al papel de Internet y sobre todo a la creación de nuevas revistas electrónicas especializadas y a los blogs especializados. En diciembre de 2007 dos revistas digitales, la Revista Babar y la Revista Imaginaria de Argentina fueron galardonadas, junto con otras entidades y asociaciones, con Premios Platero por su labor en la promoción de la lectura infantil. Dos revistas digitales dedicadas en exclusiva a la literatura infantil y juvenil ganan por primera vez estos premios.
El panorama de la literatura infantil y juvenil está experimentando grandes cambios: Un aumento en las ventas de libros, creación de librerías especializadas en LIJ en grandes ciudades como Mar de Letras, El Dragón Lector o Kirikú y La Bruja en Madrid, nuevas editoriales dedicadas a la LIJ como Kalandraka, OQO, Puerto NorteSur, Kókinos, Lóguez, Media Vaca, Sins Entido, Barbara Fiore o Ekaré y un creciente aumento del papel de Internet en el fomento de la lectura infantil. En este último punto es en que más se ha notado el cambio: Los autores e ilustradores, como Jordi Sierra i Fabra, Laura Gallego, Alfredo Gómez Cerdá o Care Santos, tienen sus propias páginas webs o blogs y se comunican directamente con sus lectores vía mail, las editoriales tienen sus propias páginas webs donde dan a conocer sus novedades y fondo editorial abiertas al público, y las revistas electrónicas y blogs dedicadas a la LIJ aumentan considerablemente sus visitas.
¿A qué se debe ese cambio? Los lectores juveniles, los padres y los profesores encuentran en Internet el medio perfecto para encontrar la lectura adecuada y además es una manera de asegurarse poder llegar al mayor número de lectores posible.
Existen varias revistas dedicadas a la literatura infantil y juvenil editadas en papel pero con presencia en Internet como las siguientes para anunciar sus próximos números y para contactar con las editoriales como CLIJ, Primeras noticias de literatura infantil y juvenil , Peonza, Educación y Biblioteca,...

Pero las revistas digitales dedicadas en exclusiva a la LIJ aumentan año a año, como la Revista Babar, Revista Imaginaria (Argentina), Revista Cornabou, Revista Cuatro Gatos o Pizca de papel, incrementan sus visitas y logran mantener una relación especial con los lectores. Ofrecen además la posibilidad de acceder a la información de una manera continua desde cualquier lugar del mundo, poner en contacto a los profesionales de la LIJ e incrementar la difusión de la literatura infantil y juvenil entre los profesionales, los padres y los lectores. La mayoría de los lectores reconocen que son los considerados mediadores: maestros, bibliotecarios, profesionales de la LIJ (autores, ilustradores, editores), periodistas y críticos especializados y aficionados al género. Pero aumenta el interés y las visitas de los padres que son en muchos casos los responsables de la compra de los libros de sus hijos y también de los lectores juveniles que se mueven en Internet como peces en el agua.
Hemos consultado con varias de estas revistas digitales sobre las ventajas del formato en Internet. Desde la Revista Babar Pablo Cruz incide en la posibilidad de “dar información sobre un género que en otros medios de comunicación es difícil encontrar, y poner en contacto a gente de todos los lugares del mundo que comparten estos intereses. Por nuestra parte, ofrecemos a nuestros lectores noticias de actualidad, recomendaciones de libros, opiniones de nuestros colaboradores, convocatorias de eventos y premios,... Además de un foro de debate con más de 1200 suscriptores. Andreu Sotorra de la Revista Cornabou recalca: “Sin duda alguna, poner en evidencia el complejo que sacude la mayoría de medios de comunicación tradicionales, sea prensa escrita, radio o televisión, que solamente se atreven a hablar de literatura infantil y juvenil cuando hay una pequeña noticia, aunque sea un rumor, sobre algo que preocupa a J.K.Rowling o que acontece a Harry Potter. Internet ha cambiado los roles. El monopolio informativo ya no está en manos de unos cuantos sino que puede estar en manos de muchos. Si algunas grandes campañas mundiales han surgido de la red, también la literatura infantil y juvenil tiene la oportunidad de hacerlo si sabe aprovechar bien el medio de comunicación digital. La revista digital Cornabou lleva más de cinco años dedicada a la literatura infantil y juvenil y el número de visitantes no ha dejado de crecer desde el primer día. Es una buena señal”.
Las ventajas del formato en Internet para las revistas digitales consultadas evidentemente son los costes (ya que no se podrían permitir los gastos de una publicación en papel ya que no suelen obtener beneficios), el acceso gratuito por el que se llega a más gente, la posibilidad de crear una base de datos con artículos, críticas o reseñas que se puede consultar rápidamente, la posibilidad de corregir pequeños lapsus o errores, la creatividad,...
En cuanto a su futuro Andreu Sotorra de la Revista Cornabou nos comenta: “Depende de las personas, profesionales o no, que mantengan esas revistas. Debe de tenerse en cuenta que, hoy por hoy, Internet no es un gran negocio, y incluso diría que no es ni un pequeño negocio. Para la difusión cultural es una gran oportunidad. Resistirán las que no se hayan marcado un objetivo lucrativo de entrada. Evitarán así la decepción. Cerrarán las que vieron en Internet un simple lucro y un oportunismo. Tampoco tienen esperanza de vida las páginas abiertas a veces con muy buena voluntad, pero sin constancia ni continuidad. El lector de Internet es tan buen lector como el de prensa tradicional y sabe detectar la calidad de la banalidad”.